La vigilancia entomológica mediante las “Zonas Ecológicas”, tema abordado en la serie de conferencias virtuales que se llevan a cabo desde el SENEPA, se realiza por muestreos sistemáticos y/o selectivos (tomando muestras basadas en el conocimiento del vector) en los puntos de colecta para su posterior monitoreo en la susceptibilidad y resistencia a los insecticidas, según el Plan de Manejo Integrado de Vectores (2017).
“Las zonas ecológicas consisten en una estrategia que se viene realizando desde el 2017; son lugares eco-epidemiológicamente parecidos que se agrupan en dos a tres departamentos del país, con características similares, y se elige un punto centinela para las operaciones en campo”, aseguró la Lic. Nidia Martínez, bióloga y jefa del departamento de Entomología del SENEPA y encargada de estas actividades a nivel nacional.
La Lic. Martínez destacó que los puntos centinelas son visitados por funcionarios de las zonas operativas, cuyos trabajos en campo son realizados por ellos, con la supervisión de los integrantes del Departamento de Entomología del nivel central.
Esta estrategia se organiza de la siguiente manera:
• Z.E. 1: Amambay – Concepción – San Pedro. Punto de colecta: Concepción
• Z.E. 2: Alto Paraná – Canindeyú – Caaguazú. Punto de colecta: Itakyry – Paso Cadena
• Z.E. 3: Central – Asunción. Punto de colecta: Luque
• Z.E. 4: Ñeembucú – Itapúa – Misiones. Punto de colecta: Pilar
• Z.E. 5: Cordillera – Paraguarí. Punto de colecta: Eusebio Ayala
• Z.E. 6: Guairá – Caazapá. Punto de colecta: San Juan Nepomuceno
• Z.E. 7: Chaco Central. Punto de colecta: Carmelo Peralta
Cabe destacar que en Alto Paraná se cuenta como punto centinela una comunidad indígena denominada Paso Cadena; con un histórico, desde la década del 60, de presencia de mosquitos Anopheles, vector transmisor de la malaria y del cual se realiza vigilancia permanente para evitar la reintroducción de la patología al país.
En los lugares mencionados, se hace vigilancia entomológica de vectores como el Aedes aegypti y Aedes albopictus, Anopheles, triatominos, flebótomos y vectores de la fiebre amarilla (mosquitos Haemagogus y Sabethes), con el objetivo conocer la presencia y la densidad de cada vector en esa área y así tener un panorama completo de cómo se comporta cada vector en nuestro país. Martínez también mencionó que, actualmente, los incendios registrados a lo largo del territorio nacional han afectado a la población de mosquitos, dificultando su estudio.
Concluyó que, gracias a estas tareas, se cuenta con productos que representan una “riqueza entomológica”, porque ayudan a conocer dónde están los vectores actualmente y si todavía se cuenta con aquellos que indican la bibliografía su continuidad en el país. También, se encontraron especies que no están descriptas para Paraguay. Esto representa un gran aporte para la comunidad científica y la salud pública.