Con el lema del 2021 “Alcanzando la meta de Paludismo Cero”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados reconocen los logros de los países que se están acercando a la eliminación de la enfermedad, así como de los que ya han cruzado la línea de meta y se han vuelto ejemplo en la prevención de la reintroducción y restablecimiento de la Malaria o Paludismo.
El Paraguay está libre de transmisión autóctona de Malaria, con certificación por la OMS, desde el año 2018. En este punto, se ha demostrado al mundo que logros ejemplares muestran lo que es posible: “Si se puede eliminar la Malaria en un país, se puede eliminar en todos”. Esto reafirma y sostiene el compromiso ante el desafío de la prevención de la reintroducción y el restablecimiento del Paludismo.
Según el Informe Mundial 2020, el número de países con menos de 100 casos autóctonos –un fuerte indicador de que la eliminación de la enfermedad está a su alcance– aumentó de 6 a 27 entre 2000 y 2019. Durante ese mismo período de tiempo 21 países notificaron al menos tres años consecutivos de cero casos autóctonos de paludismo.
Once de esos países fueron declarados oficialmente libres de paludismo por la OMS: Emiratos Árabes Unidos (2007), Marruecos (2010), Turkmenistán (2010), Armenia (2011), Kirguistán (2016), Sri Lanka (2016), Uzbekistán (2018), Paraguay (2018), Argentina (2019), Argelia (2019) y El Salvador (2021).
¿En qué consiste la certificación de la eliminación del paludismo?
La certificación de la eliminación del paludismo es el reconocimiento oficial que la OMS concede a un país libre de la enfermedad. La Organización otorga el galardón cuando una nación puede demostrar, más allá de toda duda razonable, que ha interrumpido a nivel nacional la cadena de transmisión local de la enfermedad durante al menos los últimos tres años.
El país también debe demostrar que dispone de capacidad para impedir que la transmisión del paludismo vuelva a establecerse, al tener operativo un sistema nacional de vigilancia capaz de detectar casos de paludismo y de responder ante ellos con rapidez (en el caso de que se estuviesen produciendo), y un programa adecuado para evitar que la transmisión vuelva a establecerse.
En Paraguay ya “alcanzamos el cero”; ahora seamos defensores de la prevención del restablecimiento de la Malaria.