En Paraguay, debido a su ubicación geográfica, la temporada fría dura relativamente poco tiempo, por lo que pronto el clima será propicio para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor de los virus Dengue, Chikungunya, Zika y Fiebre Amarilla.
El agua acumulada en recipientes puede convertirse en criadero de Aedes aegypti, con larvas y pupas que en una semana se transforman en mosquitos adultos.
Por lo tanto, la prevención debe ser una acción permanente; con solo 10 minutos diarios de inspección en nuestros hogares podemos marcar la diferencia:
– Identificando cada rincón de nuestra vivienda donde se pueda acumular agua.
– Eliminando los objetos inservibles donde se pueda acumular agua.
– Guardando correctamente bajo techo los recipientes de uso frecuente.
Asimismo, es importante recordar que los insecticidas no constituyen como una estrategia preventiva, sino como medida de contingencia ante brotes y epidemias, ya que tienen un efecto momentáneo, solamente eliminan mosquitos adultos y no eliminan larvas ni pupas que están en el agua.
En cada uno está la responsabilidad y el protagonismo de ganar esta lucha de varias décadas a través de sencillos hábitos dentro de las casas.